El Reloj del Tiempo.
La derecha hegemónica occidental mantiene su línea
política de las circunscripciones partidistas y, ante una debilidad por su
fragmentación busca en la Unión Europea, (UE) un nuevo mensaje que determine su
legitimidad en lo social, cultural y estructural. Estos movimientos de acción
política vienen confiando en Venezuela bajo la determinación de un joven estrafalario
y espantoso que ya debe estar detenido por las causales de su protagonismo. Su
discurso antisocialista ha mermado, dañando la oposición venezolana.
Desde la caída del Muro de Berlín, la socialdemocracia
viene dando un paso atrás y el momento es aprovechado por el PSOE, bajo la
imagen de José Luis Rodríguez Zapatero y el fomento de fuerzas políticas bajo
la añoranza de tener una cuota de poder y, de esta manera se constituye en
tutor del presidente bolivariano, Nicolás Maduro Moros, quién es solo regidor
de una República y busca confundir la opinión pública para mantenerse en el
poder. Esta simetría viene dado por
propaganda y publicidad bajo estigmatizaciones del fallecido Teniente Coronel,
Hugo Chávez Frías, el cual fue presidente de nuestro país e inoculado por
sustancias químicas que quebrantaron su cuerpo molecular en cuestión de meses.
La inercia del pasado se hace presente como
organización y nos coloca, (Venezuela), en una posición incomoda por la
acumulación de programas sociales latinos y, donde los presidentes de esos Estados
se aprovechan de nuestra bondad y mantienen políticas de xenofobia hacia
nuestros jóvenes que emigran por un mejor destino económico.
El
centro dejaba de ser, como apuntó Duverger hace años, "la derecha de la
izquierda y la izquierda de la derecha", para pasar a entenderse como un
sitio mágico donde no existen conflictos. Ser de centro significa creer que ya
no ha lugar a contienda alguna entre el trabajo y el capital, que ya no hay
contradicciones entre el Norte y el Sur, que ya no obra una dominación de
clase, de género o de raza. Por cada conflicto que se saca de la agenda
política se obtiene un nuevo cupón en la cartilla de centrista. Añádansele unas
briznas de vehemencia y se entenderá cómo el llamado pensamiento único ha
logrado su poderosa hegemonía.
Hoy,
se fundamentan en un solo bloque político y económico ante una diversidad de
personajes que desconocen la nueva conciencia política de los continentes ya
civilizados y colonizados.
La
vertiginosidad de los tiempos polariza las opciones políticas en una guerra
cálida entre los nostálgicos de un pasado irremediable y los
entusiastas de un futuro sin herencias. De ahí que, frente a éstos, sean legión
los perplejos que, faltos de alternativas convincentes, se dejan llevar por la
corriente del presente, con los hombros encogidos y mirando de reojo hacia los
lados por si viniera un tren que los arrolle o una esperanza que les convenza.
De ese escepticismo se nutre la creciente abstención electoral. En la
izquierda, que escribe su credo ideológico desde una exigencia de
transformación de los sistemas capitalistas, situarse en uno u otro polo genera
luchas fratricidas (el eterno Caín que habita en la izquierda). Desmadejar el
ovillo trenzado entre bienintencionados parques jurásicos y vehementes
apóstoles del irremediable futuro que ya ha venido exige
situarnos en la complejidad e incorporar tantos elementos como reclama la
maraña de nuestras sociedades. Exige interpretar el presente y aventurar líneas
de futuro, tareas que parecen haberse dejado en exclusiva a los tecnólogos y al
cine de efectos especiales. A través de esa incorporación deben expresarse,
hacerse políticos, los conflictos de nuestra época; deben también identificarse
los nuevos sujetos sociales y los nuevos espacios de socialización simbólica.
Sólo desde esta estatura es posible construir un discurso y una estrategia
política que integre y dé sentido en el hoy a los viejos conflictos, a los
viejos sujetos sociales y políticos y a las veteranas socializaciones. El viaje
inverso es una aventura arqueológica que ha demostrado ya su fracaso. En el
caso de Izquierda Unida supuso la pérdida de la mitad de su apoyo electoral,
pese a que existan quienes pretenden olvidarlo y apuesten por salvarse ellos
aun al precio de encaminar a IU hacia la desaparición.
Acá
el Nuevo Orden Mundial o Agenda 2030. Nos habla de una renovación generacional,
porque se exige la presencia de líderes para solventar todo aquello que enloda
el futuro. No es cuestión de debates o asistir a plenarias para una foto
oficial, es limpiarnos de viejos rencores y disputas que tuvieron sus orígenes en
situaciones sin importancia y hoy, ni se entienden.
Ahora
bien, esa renovación es un requisito para renovar las ideas es, como ya apunté una
condición necesaria para la libertad del hombre y su conciencia, pero no es
suficiente lo que ocurre en lo presente. Tan importante como la renovación de
las personas y de las ideas es la garantía de que el nuevo curso político mantenga el compromiso
transformador. La reflexión acerca de la tercera vía, siendo
importante por reintegrar a la izquierda al debate del que había desaparecido,
no agota su caudal. Es hora de que la izquierda empiece a mirar hacia la
izquierda. Nunca el pensamiento transformador ha necesitado tanta reflexión y
nunca han sido los foros tan magros. La Tercera Vía quedo en un documento
guardado en los archivos para la historiografía, pero, el presidente ruso con
una versión moderada de la misma en base a las teorías recopiladas por Hugo
Chávez Frías, la viene aplicando en el universo europeo.
América
Latina, como sociedad integrada exige como fuerza política un desplazamiento
hacia el centro y mover sus alternativas en base a una economía viable. En
esto, se debe tener presente la pluralidad de los planteamientos y
reconstruirse constantemente urdiendo su tejido político hacia una supra
conciencia que tenga en su esencia un ánimo emancipatorio y, en nuestra época
es vitral, porque la derecha e izquierda se encuentran muy disminuidas y, ya no
podemos esperar ni veinte, treinta o cincuenta años.
El
venezolano tiene una ignorancia total sobre su realidad. Viven es pendientes de fiestas y, si es
promovido por gobernadores mejor, estas festividades y el abrir licorerías incomoda
porque en tres meses vendrá un caos por el flujo de alimentos hacia Venezuela y
el Sur debido a la batalla Rusia- Ucrania, tenemos al frente un acorazado
llamado Vladimir Putin y un regente cubano que desde la época de Carlos Andrés
Pérez viene controlándonos, cuando era representante de la Internacional
Socialista, con sede en Alemania. Por ello, algunos analistas expresan que la
meta de Rusia es controlar todo un territorio hasta Berlín. De esto, lo dije
ya, el PSOE y José Luis Rodríguez Zapatero conocen mucho.
Hay
torpeza en cada dirección política y en las direcciones ideológicas de cada
organización partidista en el Sur. Lo hacen con egoísmo e inhabilitan al
verdadero dirigente. De modo, que le cuesta a un ciudadano colaborar con un
proyecto político al margen de su dirección. Hay una izquierda pusilánime que
se mueve como un molino de viento, e3ntonces, tengamos coraje para evitar aventuras
quijotescas y, necesitamos incorporar al Estado un nuevo proyecto municipal que
se adecue al Estado y tenga un carácter emancipador. Así que, adiós a las utopías
y coloquémonos el yelmo y la armadura correcta para dejar la ridiculez, a su
vez, llenemos la historia de un novedoso contenido.
Hay
barro en el actual lodo, dejemos atrás el humo de las mistificaciones y,
entender al nuevo mundo. La generación del baby- boom no podrá generar
confianza, es una incógnita con la generación X, ésta no puede ir al campo de
batalla, y su ilusión ha durado poco ante el feminismo, ley del aborto y los
GBTLI+.
En
Europa, con el referéndum de La OTAN, España busco alejarse de los socialistas,
pero, ante el aislamiento de no encontrar fuerza en otros partidos políticos,
se recontro de nuevo. Así, el resto de Europa, una buena oportunidad que observo
Putin para comenzar su campaña hasta Alemania, pero, le fallaron sus Generales
y blindados.
Es
obvio que la renovación generacional no es condición suficiente, aunque sea
necesaria
Las
voces que alertan frente al cambio generacional, haciendo profesión de
ignorancia o voceando la catástrofe, y las voces que entienden que esa
renovación consiste en colocar a jóvenes sobre las mismas peanas de sus mayores
pecan del mismo error. Puede ser incluso que mientan. Saben que una época se ha
terminado y siguen a la defensiva. Justo es recoger lo que se haya sembrado.
Pero nada más. Las exigencias de nuestra transición situaron a buena parte de
los políticos europeos y occidentales de la izquierda en un lugar poco
transformador. Ahora habitan una fortaleza administrativa a la que se aferran
incluso perdiendo los modos. Nadie debiera olvidar que la izquierda no es un negocio.
¿Quién dice que el gobierno peruano es malo, argentino y venezolano? Ninguno de
los enchufados. Ahora dicen de Boric y de Lula para los contratos con
constructoras.
La
renovación significa que existe, con todo lo que implica, una nueva generación,
una pluralidad de opciones y alternativas que son fruto de su también diferente
y compartida experiencia.
Hay
una nueva mirada de hacer política, cambiar los símbolos de antaño con arcos y
flechas, es el nuevo estilo para desviar la mirada de las cosas. Las
alternativas están en donde nunca se ha mirado. Visto el panorama, podemos ir
pensando, sin mucho riesgo a equivocarnos, en escenarios de medio plazo. Pero
sería absurdo, vieja política, enrocarnos mientras llega la hora propicia en la
que los errores de la derecha permitan un recambio. Sin la incorporación de ese
conjunto generacional de izquierda a la política transformadora, estaremos
entregando al conservadurismo (no a los conservadores) buena parte del futuro.
La actual hegemonía dejará de ser un préstamo. La experiencia emancipadora se
aprende, y para eso hace falta quien la enseñe. En las universidades europeas y
occidentales ya no hay escuelas. Seguramente porque tampoco hay ya maestros. En
la política sobran los eternos imprescindibles que nada enseñan y permanecen en
constante competición con sus potenciales sucesores. Es el momento de contar y
tejer una diferente cultura política. Es hora también de sentarse a escuchar lo
que tienen que decir los que no han hablado, los se han alejado de la política
institucional de la izquierda y reivindican diariamente su compromiso en otros
lugares. Vladimir Putin ya esta en Venezuela con sus viejos helicópteros y
blindados que nada sirven en nuestros territorios montañosos y de serranías.
Juan
Pablo II dijo a los venezolanos: “Y al dar gracias a Dios, imploro de su
fraternal misericordia que la semilla de la fe, continúe madurando y dando
frutos abundantes que respondan a los retos y exigencias de nuestro tiempo y de
los tiempos que se avecinan”.
Estamos
en un silencio, la Palabra es un silencio que siembra su huella y nos aconseja,
Venezuela debe regresar a Occidente con urgencia. Es la antigua sabiduría.
Grecia ya no ayudara a Ucrania, su consorte es el Imperio Románico- Vaticano
que adversara El Otomano, esa es la realidad descriptiva de la historia.
Putin,
le abre camino a Turquía y a China quienes se entenderán con los mongoles para
pasar por sus tierras, a cambio de petróleo, gas y mucho oro. La vista de todos
es el Imperio Pérsico.
-* Escrito por Emiro Vera Suárez, Profesor en Ciencias Políticas. Orientador
Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor.
Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA.
Trabajo en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La
Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño
No hay comentarios:
Publicar un comentario