Vida Cristiana/ Nª 3585.
Hay evidencias de luchas férreas entre hermanos de la fe que buscan el
control de las asambleas, y no ceden posiciones y aplican una ley natural que
utilizan los depredadores, es el arte de dominar a los demás por su jerarquía,
obviando que La Iglesia como esposa del Cordero no es de él., sino del Señor de
Señores, del más grande entre los grandes, me refiero a Jesús. Hay un artificio mágico que surge como ley
natural entre los depredadores, es la sumisión., un recurso muy primitivo que
incrementa la posibilidad de vida. Quizás, en los seres humanos exista un gran
recesivo de vida que desconoce el bien común por encima del personal, o tal
vez, en el famoso inconsciente colectivo del psicoanalista Jung, no haya
perdurado la arcaica costumbre de respetar la propia especie.
La obediencia a Dios, es la aceptación de la ley moral de ese mandato, dado
en la antigüedad por Jehová
“Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para
que lo labrara y guardarse. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo De todo
árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal
no comerás; porqué el día que de él comieres, ciertamente morirás”..( Génesis 2:
15,16,17).
Como se ve Jehová, nos dio libertad y libre albedrio. Pero, en la cuestión
de la moralidad de los actos humanos, y particularmente en la de la existencia
de los actos intrínsicamente malos, se concentra en cierto sentido la cuestión
misma del hombre, de su verdad, y de las consecuencias morales que se derivan
de ello.
La Iglesia ha permanecido fiel a la verdad integral sobre el hombre y, por
ello, lo respeta y promueve en su dignidad y vocación. Sin embargo, mis amados hermanos
fieles en el Señor, no nos limitemos solo a exhortar a los creyentes y fieles
sobre los errores y peligros de algunas teorías éticas y de pecado que desean
introducirse en las asambleas, como los recasamientos. Ante todo, debemos
mostrar el fascinante esplendor de aquella verdad que es Jesucristo mismo.
(Juan 146), “Jesús les dijo: Yo soy
el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”.
Hay una auténtica moral bíblica de La Alianza y de los mandamientos, de la
caridad y de las virtudes. El hombre de
Dios que tiene esas cualidades morales y cumple funciones de anciano o
corresponsal debe tener como expresión, la obediencia y de amor. Debe entender
y rechazar como errónea la opinión que considera imposible cualificar
moralmente como mala según su especie, la expresión deliberada de algunos
comportamientos o actos determinados, prescindiendo de la intención por la
cual, la elección es hecha o por la totalidad de las consecuencias previsibles
de aquel acto para todas las personas interesadas. Hay que establecer normas
determinadas, desde el punto de vista del contenido, que obligue sin excepciones,
y esto sería a costa de la fraternidad humana, y de la verdad sobre el bien, así
como en detrimento de la comunidad eclesial que es La Iglesia.
La Iglesia, permanece fiel a la verdad integridad sobre el hombre y, por
ello, lo respeta y promueve en su dignidad y vocación. En cuanto lo que
acontece con el Don del Espíritu Santo, Espíritu de Verdad, de libertad y amor:
en El no es dado interiorizar la ley y percibirla y vivirla como el dinamismo
de la verdadera libertad personal: La ley perfecta de la ley”.
(Santiago 1:25): “Más el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la
libertad, y perseveraren en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de
la obra, éste será bienaventurado en lo que hace”
El acto humano es proceder en la buena intención y la recta elección de las
obras. Todo objeto de Dios, es conforme al bien de las personas. La ética cristiana
privilegia la atención al objeto moral, , no rechaza considerar la
teleología interior del obrar, en cuanto
a orientado al promover el verdadero bien de la persona, sino que reconoce que éste solo se pretende realmente cuando se respetan los elementos esenciales de la naturaleza
humana..
Entendieron o no, es sencillo.
Tenemos una naturaleza de pecado, y al ser escogidos por Jehová y, nuestra
madre nos parió por el destello de luz dado para que el ovulo reciba a la
esperma única entre una diversidad, nacimos nosotros. Y, allí se inicia el
proceso hasta que Jesús nos llama al arrepentimiento y Salvación. Es una virtud
ser salvos y, ser elegidos., en otras palabras, Jesús nos designó un lugar en
el mundo, y el secreto esta en construir un ambiente donde puede coexistir la
alegría y el reposo con el estudio de Las Sagradas Escrituras.
El perdón se hace necesario en el pueblo del Señor, ejercitarse más en el
amor. En la mayoría de los casos, se necesita una vida entera o más de una,
para que los malos recuerdos se insensibilicen. El olvido, no es perdón, sino
una alteración momentánea de la memoria, un bloque informacional patológico, o
una enfermedad neuropsicológica. Cuando el indulto se otorga, el recuerdo
sigue, pero, ya no hace daño. Los ancianos de una asamblea deben ejercitarse en
la oración, para ser claros en sus propósitos con la Asamblea. El perdón es una
manera de tomar la mente y el alma, (Conciencia), Es purificar el mundo
interior.
(Hechos 5:31). “A este Dios ha exaltado con su diestra por el Príncipe
Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados”.
(1 de Tesalonicenses 4:1): “Por lo demás hermanos, os rogamos y exhortamos
en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os
conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más.”
La reflexión y meditación del dialogo entre Jesús y el joven rico, nos ha
permitido recoger los contenidos esenciales de la revelación del antiguo y
nuevo testamento, sobre el comportamiento moral. Aquellos son: La subordinación del hombre y de su obrar a
Dios; aquél que >> solo El es bueno<<; la relación entre el bien
moral de los actos humanos y la vida eterna: el seguimiento de Cristo, que abre
al hombre la perspectiva del amor perfecto; y finalmente el Don del Espíritu
Santo, fuente y fuerza de la vida moral de >> la nueva criatura>>.
La Iglesia es una reflexión moral, siempre ha tenido presente las palabras
que Jesús dirigió al joven rico. En efecto, Las Sagradas Escrituras es la
fuente siempre viva y fecunda de la doctrina moral de la Iglesia.
El Evangelio es fuente de toda verdad salvadora y de toda norma de
conducta. La Palabra de Dios enseña no sólo sobre las verdades de la fe, sino
también sobre el comportamiento moral que agrada a Jehová.
Siempre los hombres de Jehová estuvieron de salida, es la primacía en la
tarea de la Iglesia en su apostolado doctrinal y de Misión. Abraham, Moisés y
Jeremías junto a Jesús, siempre estuvieron provocando primeramente a los
israelitas, y luego a Jesús que confió en los discípulos y les dijo: “Id a todo
el mundo a anunciar el Evangelio”. (Mc 16: Mt 28).
Es la verdadera Misión de La Iglesia, expandir El Evangelio. Y restaurar al
caído, no dejarlo afuera bajo las tormentas del mundo.
La palabra pecado, tiene un sentido teológico preciso, este cambio de
actitud o de mentalidad, o modo de ser, se llama en el lenguaje bíblico
>> conversión<<, la cual indica especialmente una relación con
Dios, al pecado cometido, a sus consecuencias, y por tanto al prójimo,
individuo o comunidad.
Es Dios,>> en cuyas manos se encuentran los corazones de los poderosos>>.
Transformar por obra de su Espíritu los >> corazones de piedra<< en
>> corazones de carne<<.
“ Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y
quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne”. (Ezequiel
36:26).
Generalmente mis artículos no pasan de cuarenta y cinco líneas, pero, trato
que mis hermanos y ancianos entiendan las Escrituras más allá del alcance de
nuestros ojos, como lo mencione en un párrafo anterior. No fuimos llamados a
mandar al infierno a inconversos y, a disciplinar a diestra y a siniestra. La
Biblia es muy clara en esto. Es el amor de Cristo que prevalece. Antes de ser
crucificado, sepultado, resucitado y glorificado es Jesús, ahora es el Cristo,
o la conjunción de su nombre Jesucristo.
>> Pecado<< y >> estructura de pecado<<, son dos
expresiones que se aplican frecuentemente en el mundo contemporáneo. A un
anciano de una asamblea congregacional le es difícil entender esto. Hay dos
modelos de asambleas cristianas evangélicas, la congregacional presbiteriana y
la Pentecostal que ha derivado en un desorden público porque tomo ritos y el
pensamiento costumbrista africanizado. La única original es de la de los
Hermanos Unidos Pentecostales, que nació en Plymouth junto a las Asambleas
Congregadas en el Nombre del Señor, donde las damas no pueden predicar, vestir
con faldas y blusas no escotadas y pelo largo ambas y velo. Sin embargo, no se
puede llegar fácilmente a una comprensión profunda de la realidad que tenemos
ante nuestros ojos, sin dar un nombre a la raíz de los males que nos aquejan.
Algunas veces se puede hablar de >> egoísmo<<, y de >>
estrechez de miras<<. A su vez se puede hablar de >> cálculos
políticos errados<<, los asuntos espirituales son espirituales y, los
políticos son políticos. Fuera del seno de La Iglesia, porque somos cuerpos
vivos en El Señor. Es cuestión de análisis, no de juzgar por juzgar. Al pecado,
no hay que silenciarlo en La Asamblea, hay que expulsarlo en el nombre de
Jesús, el más grande entre los grandes.
Otro análisis, es de <<decisiones económicas independientes<<,
en cuanto a la administración de La Asamblea.
Las Asambleas vienen aceptando estructuras de pecado, estoy acorde con la
tecnología, pero poco control porque cualquiera levanta una plataforma digital,
allí está presente la idolatría, y sus formas: dinero, ideología, clase social
y, como dije tecnología.
“Y deseando jactarse de las migajas que caían de la mesa del rico, y aun
los perros venían y le lamían las llagas”. (Lucas 16:21)
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