A María Tovar Delgado
Primera Parte. (1-3) Quién nació en mi tierra de origen, Puerto Cabello.
Relato de Ciencia- Ficción. Algunos datos son verdaderos. Basado, en voces de sus famil
iares, amigos y de mi comprensión de alguna realidad, en un período de tiempo en que, los sueños se cristalizan.
Marian chicharraba de frío, ya al atardecer, todo era nublado en el cruce de las montañas hasta llegar al campamento. Apenas una luz brillaba en la lejanía y las congeladas rocas, no permitían ver sus coloridos, desde el grisáceo hasta el azul cristalino. Aquí, en época pasada, llegaron otros viajeros, que, tomaron en serio su juego en invadir nuevas tierras. En poco tiempo, debemos saber, sí, todas estas esperanzas reflejaban una realidad, o nos habrían traicionado.
Al paso, son viejas reliquias. En el tiempo fueron atesoradas para los descendientes, pero los acuerdos con un presidente extranjero, permitieron que fuerzas militares sin mando, tomaran las riquezas de esa nación y, luego de colonizarla y esclavizar a sus habitantes, regresaron a su tierra de origen.
Nadie, comprende los tesoros de ahora. La primera oleada de hombres y mujeres libertadoras, habían ya llegado al campamento y, el escribiente, anotaba con su pluma la historia de una civilización de zombis que, ya había quedado en el recuerdo.
El mochilero, con sus viejos libros y el escribiente, fotografiaban toda la zona para no desviarse del camino, ante las brumas y las paredes de las montañas, era la entrada al Cerro Azul.
Johanna, siempre caminaba en una dirección, con sus vástagos tras de ella, viendo con sus lentes de fijación permanente, si veían, algún animal para deshuesarlo y sirvan de carnada y alimento a las veinte y cinco personas, que, como exploradores(as) ascendían las heladas serranías, hasta llegar a la cumbre, donde se encontraba el campamento.
Todos, los tesoros fueron almacenados en un lugar de reposo, para que la coloración del calor no los dañase, constituían símbolos del pasado. Representaban el mayor logro del hombre, en esos instantes y el futuro de ese país astral, estaba allí escrito. Aquel invierno fue fuerte para n
uestros ancestros y, las grandes olas de hielo, comenzaron sus primeros asaltos contra las montañas, llevándonos a las faldas de las montañas y, constituyó la primera embestida. El extranjero invasor, del país vecino, entabló en ese entonces una feroz batalla, con jóvenes guerreros que nadie apoyo, aunque la gente del campamento y las ciudades cercanas tenían hambre, como sed.
Ya, en la lejanía, se avistaba el Cerro Azul. Las marejadas de nieve y hielo amainaban sobre las faldas montañosas y, el verano se acercaba, eran meses de una larga caminata para traspasar las serranías y ver el brillo de la bahía y al final, el Castillo, donde muchos guerreros en el pasado, cayeron por las mismas arquerías del presente, ante el silencio de los amantes del tesoro, que ejercían funciones de control y son corruptos de la administración.
Es una lucha, hasta el final. Dos hombres y una mujer, hicieron rodar las rocas y la tribu que quedo encerrada por dos años entre las cuevas, vio luz, llegó el verano y el hielo, se dispergó por un tiempo, las batallas, se ganan en el terreno.
El sonido, es un flujo energético de los nuevos tiempos. Tantas cosas extraviadas, pero, llegaste de un largo viaje, de otra galaxia, para decirme que te ibas para siempre. Tú alma y conciencia se extendería más allá de las estrellas y un conjunto de individualidades a tu alrededor te vitoreaban. Fue el encuentro final con tu voz. El flujo energético hizo contacto con el mío a través de las ondas sonoras y, quede extraviado, luego de tantos años en su búsqueda, en el Cerro Azul.
Jamás, hubo una repuesta, solo el tiempo, la reconoce y. ahora no se percibe, son solo, evocaciones del pasado, hay tantas cosas extraviadas en las noches del tiempo, que, llegan y siguen su curso, todo ha sido confiscado por el advenizo de otras tierras, que llegó, para someternos a una esclavitad, cuya culpabilidad recae en los débiles, por permitirle su paso en las montañas.
He cumplido, mi misión. Mis enjutos labios se adormecieron para arrastrar, solo unas palabras. Solo, quiero que me dejen en paz, no quiero esclavizarme de nuevo, llevando almas a la otra galaxia. La dura, brillantez se esfumo con su partida, la doble partida. Es necesario, en esta época dejar un torrente de tranquilidad en nuestra alma. Por todo ello, no quiero quedarme atrapado, las fuerzas enemigas avanzan vertiginosamente, ante la mirada lisonjera de algunos hombres del campamento, no saben que ya están muertos, solo sus almas perviven, buscando un lugar de descanso. Mi territorio, lo despedazan extranjeros, venidos de lejos ante sus riquezas para manejar las naves a través del ultrasonido.
Solo, busco un momento adecuado para teletransportarme. Las montañas, son el único respiradero, son verdaderas jaulas de hierro, debo conseguir la única llave de entrada y, la tienes tú, en tu alma, Marián. Te la dieron desde niña para que la guardarse y, no comprendieron, tú llegada a ese epicentro de una parte del campamento, ante, la ignorancia, tuviste que desplazar tus fuerzas, enarbolando la brillante llave.
Tengo una sed de venganza y, la cumplo. Todos los terrestres a mi alrededor deben morir e irme a descansar en paz, el frio y el agua, no me dejan teletransportarme, nace, un aire de contienda en mi Ser, que es una esencia liquida del viento, que es mi espíritu.
La llave, es un tornillo plateado que se pasa, entre los barrotes de nuestra experiencia. Y, siempre se coloca en el centro de la jaula para que nadie la toque, muchos imploran para llegar a ella, hasta la banda de los soles, venidos desde tierras lejanas.
Pero, la llave es personal y, está en nuestra memoria. Y, cada persona la tiene, en nuestra memoria. Y está llena de mucha electricidad, mucha energía que al descansar, nuestra alcoba, se convierte en una cama de cristal. Allí, yacemos como dormidos, pero, nuestra conciencia revoletea hasta descubrir tu alma y nuestra relación con el firmamento, en una sola fuerza, Jehová.
Ella, esta guardada en el centro de nuestro pecho, como testimonio de nuestra luz.
La lucha será larga en nuestro territorio, entre las montañas, el gobernante invasor es controlado por grupos de carapálidas, venidos en grandes naves para asesinar a los nacidos en la galaxia, esta dominado mentalmente por los espíritus del mal, muchos ancianos reflejan doble faz en sus rostros y lo apalancan en el poder. Es el dominio diabólico por las riquezas, el hambre acosa a los pueblos. A nadie, les importa, todos, se encuentran expuestos al frio de las montañas, a lo lejos, se escucha una voz, libertad.
La princesa, se ha ido, con la llave de mi memoria. Solo soy, un enmudecido espectador del tiempo y, mis huellas a través de la experiencia y el aprendizaje, es borrado por el tiempo.
El tesoro en el Cerro Azul, (2)
En el laboratorio, había un gran trabajo, querían colocarle una memoria falsa, a quienes deseaban salir de viaje, sin respetar las normativas de seguridad. Los sedaron con narquidrina para confundir la verdad, los viajes, constituye una travesía fuerte y el gobierno militar invasor borraba los recuerdos conscientes y lo único que se sabía es que ir a la galaxia vecina en las naves traídas desde el otro cielo, muy rápidas, solo hacían cumplir un deseo, entregar nuestra tierra a otro Continente y esclavizarnos, como voluntarios.
Llueve y hace frío, descanse dos horas para proseguir el viaje, así que ir a Nhextón, llenaba mi ansiedad, como agente secreto e investigador, en esa gran ciudad terminaba mi misión, pero, estaba atrapado en el Cerro Azul, torrenteras de agua caen sobre el campamento y los zombis, tienen una memoria que se esfuma a cada momento, ya algunos tienen cuarenta años encarcelados, estamos allí atrapados y sin comer. Fatigados al ascender por el paso de las montañas, con veinte escuderos y cien guerreros a luchar contra el guerrero invasor, venido de otras tierras.
Los oscuros guerreros. En una oportunidad, sumergieron sus almas en el vacío, no podían pensar, se dejaron dominar y matar por los cazadores siberianos que, deseaban permanecer en el poder de la galaxia, es menester, acelerar el tiempo e ir a la zona de paralización para congelar vivos a estos cazadores, mientras, muy cerca, había galeones y fragatas de otros astromarinos., piratas con sus bergantines al acecho. Deseaban las fuentes energéticas que el invasor les ofrecía, porque la gran estrella asesina los arropaba.
Así que, los enemigos eran múltiples y fue necesario lanzar explosivos en el camino para quebrar las gargantas de paso humano y desconcertar las naves. El Castillo del Cerro Azul, se encontraba bien protegido por fuerzas leales, pero, llovía intensamente y los magnetos se debilitaban mucho por la falta de mantenimiento, el que se parara en el centro del Castillo, tenía el poder de todo y la única llave de cristal para abrir las compuertas de los laberintos que nos llevan a la gloria, fue llevada en la memoria de Liaguibert a la nave espacial de los antropos. Que dispara fuego por debajo de la popa he enmudece los labios de cada anciano que se reúne cada semana en la alberga.
Hay que desarticular las fuerzas enemigas. Deseamos un cambio en el modelo de país, pero el regidor advenizo que nos gobierna, desea eternizarse en el poder, como lo hicieron en el pasado los Medos y persas, ya no estamos en el tiempo de las estrellas abiertas, ellas se oscurecieron con la muerte y asesinato de su principal regente. La Misión, era igual, liquidarlos a todos y robas sus fuentes energéticas, utilizando modernos aviones que, cruzaban el aire en un vertiginoso viento.
Pero, los zombis no despiertan, los engañan con una bolsa de alimento y palabras. No saben de debate coyuntural y las decisiones son analizadas por un psi
quiatra que le informa al regidor.
El Cerro azul, cierra sus puertas grandes de madera y levanta el puente de acceso, adentro, descansa el soñador del castillo.
Es descanso, los dragones comen y se ejercitan, conocen sus escuderos, quienes construyen nuevos escudos, hay la sentencia de muerte afuera.
La máscara mortuoria acompaña a los habitantes del campamento por su indolencia y prefieren ser recolonizados por fuerzas militares extrañas que asesinan a sus hijos torpederos. Una vez, este grupo, quiso invadir, fueron repelidos por fuerzas aeroespaciales leales, a pesar que el Castillo estaba cerrado, porque su regente se encontraba incursionando nuevas tierras vecinas
Los pobladores del campamento golosinan productos de mala calidad y las proteínas consumidas, tienen mucha
cantidad de grasa, que desconcierta y, la aleja de la razón, su capacidad de analizar. Es lo que desea el regidor extranjero y los invasores
Las serpientes, se encuentran intranquilas, enrolladas entre sí mismas, extienden sus cabezas como juguetes para esculpir sus miradas al cielo, algún día, han de ser juzgadas, no pueden utilizar máscaras de oscuridad, sus rostros se encuentran revelados frente al espejo y la cama de cristal, que lee todo el conocimiento humano. Las dagas, las vigilan. El Centinela, cabalga sobre avestruces veloces, llenos de acero y carne, son mutantes del tiempo, otros animales perecieron por la evolución de los sueños.
Ojalá, tus hermosas manos de reptil, no me asedien en las noches, solo tanteas el aire, pero mi cuerpo de fuego. Te falta capacidad para hondear mis caminos entre las veredas de las montañas, Necesito levantarme y alcanzar la luna
Última voz, los guerreros y escuderos languidecen, (3)
El robot, se movía entre las puertas aceradas, el frío en la parte externa de la cueva, antes de llegar al Castillo, es muy intenso. Las computadoras, daban falsas informaci
ones, fuera de toda comprensión. Se hizo silencio. Se abrieron una compuerta del traspatio y se pudo observar las aeronaves enemigas perderse entre las montañas y neblina. Más allá el monasterio fue sitiado por los esbirros y los osos montañeses y tres elefantes voluminosos, fueron avistados por el robot, porque el porcentaje de oxigeno escasea y se necesitaba para luchar fuertemente con espadachines, porque, otros fracasaron y ya, estaban muertos.
Rojio, un escudero se decidió a correr el riesgo, tomo su armadura y corrió hacia el Monasterio, allí quedaron pocos hombres, porque la comida escaseaba y tuvieron que sacrificar tres perros y un caballo para los monjes. Todos, quería el botín. Millones de dólares por petróleo y oro de las minas del Sur. El extranjero invasor, ya había obtenido su riqueza y manipulaba los ancianos del campamento, quienes lo vitoreaban a pesar de no tener ropa para cubrirse del frío y alimentos.
Algún día, la riqueza no alcanzará, todos querían algo para sobrevivir. Todos, desconocían la realidad y el conocimiento es hueco. Y, el robot jamás le permitiría entrar a la bóveda del tesoro.
La traición, ya se hizo presente en Vulcano, su muerte fue casi instantánea. Su físico, como militar llamó la atención y administró la comarca por poco tiempo. El hombrecito que le cuidaba, fue ascendido y enseñaba con orgullo, su pecho negro.
Nadie se acordó de la fecha del perenigraje, la tribu, tomo el campamento, junto a la planicie y los sueños del pasado, casi olvidado. En la planicie, las colinas eran bajas, y se podía observar, el camino hacia las tierras del Sur, más allá, el Polo con sus osos, un continente de agua blanca congelada y el aire mismo marchaba sobre los viajantes. Los glaciares, eran casi del tamaño de algunas montañas y, hacían barrera para evitar los ataques de las naves invasoras.
En el Sur, tenía residencia, una mujer escribiente, su voz hablaba de poesía y leyendas. La gente conseguía refugio en sus palabras. Allí, el verano traía un aire ligero y el valle poseía una pequeña pendiente, donde pastaban ovejos para la cría y alimento para los visitantes.
En el campamento de la montaña, la ciudad estaba en ruinas y la tribu, se le dificultaba cultivar en tierras fértiles, los militares se apoderaron de esas tierras, legionarios que asesinaban al pueblo y solo, exigían una espada para cuidar las cosechas y vender lo sembrado, a precios muy caros.
Los glaciares del Sur, alcanzaron las montañas, una generación después. En ese último verano, los hijos de Nashan, llevaron los tesoros sagrados de la tribu al solitario montículo que dominaba la planicie, más allá, el hielo, que, antes había brillado en el horizonte, se encontraba, ahora, bajo sus pies.
Los viejos libros, se abrieron en la cima del Cerro Azul. La cripta se abrió y, los restos olvidados de la civilización antigua se levantaron para siempre. Todos los tesoros y huesos fueron almacenados en su lugar de reposo. Entonces, fueron recibidas tres reliquias sagradas. La primera, es de metal, que mostraba el color de un calor intenso. Representaba el hombre y su futuro. La segunda, es el milagro de la ciencia antigua y presente, incrustado en un pedestal de metal con formas de arpía y la tercera reliquia, reflejaba nuestra conciencia en una proyección de luz, con una lata circular de oro y profunda, totalmente sellada y se abría, con una sola voz de mando, aquella que emana de nuestro interior.
Fuente Literaria/ II parte. Capítulo I.
Relato de Ciencia Ficción.
La falta de armamento hacía difícil la llegada al campamento y, ya los escudos eran pocos, cada escaramuza dejaba varios inutilizados. Janethus, siempre atenta en el castillo, se encargaba de la cocina y de los invitados.
-He llegado muy extenuado, vos podéis darme de un poco de agua y alimento, los ciudadanos, luchan fuertemente con la gendarmería y la otra parte de la ciudad, no quiere colaborar, esta tarde tendremos una reunión rectoral y, mis pasos deben ser muy acertados.
Quazil, volvía sobre sus pasos cada mañana, Darcy y ella, arreglaban todas las cosas y completamente a sus órdenes, siempre mantenían una garrafa de té helado y una bebida caliente. Allí, todos deben tener el mismo pensamiento y, o había tiempo para casarse o enamorarse.
El espíritu de la familia, reinaba en ese lugar. Algunos, querían vivir a su manera y había una gran preocupación, descubrir la verdad y, en la noche se reunían alrededor de la mesa del gran Salom para cantar algunas alabanzas. -
-No le entiendo. Replicó Janethus, usted debe descansar mi Señor, la alcoba, siempre estará arreglada para usted y mi familia, es vuestra familia, tenga la seguridad absoluta de que nuestro casamiento es imprudente y uno de mis hermanos se opone. Acá, podré atenderle, pero, debo viajar a otras tierras y olvidarme, no tener recuerdos de aquel momento.
El espíritu de lucha es presente. Las conversaciones se cruzaban entre los guerreros, había poco escuderos. El campo de batalla era controlado por grandes aeronaves de acción rápida y la pólvora adquirida ya se encontraba vencida, los extorsionadores provenientes del país vecino poseían su propia vanidad y los reparos eran fuertes, por la poca responsabilidad al momento de los choques entre grupos sectoriales, solo la prevención hacía acortar los brotes de lucha, los detalles se venían dando, luego de cada combate.
Había disgusto y llantos. La ciudad permanecía a oscuras, y nadie estaba obligado a luchar. Había una fuerza de combate que debía estar eliminada por el perfil de sus integrantes. Había que organizar los frentes de batalla y, las líneas de combate, los escuderos estuvieron en el aeródromo, una jornada de trabajo fuerte, solo se indicaba una dirección de lucha, la libertad del Sur.
Todos se marcharon a descansar. La luna, dejaba ver su silueta. Ya el thermo de té, se había agotado.
La fuerza del amor por Venezuela, lo dice todo, se había reunido, todos los esfuerzos, pero, hay diferentes enfoques de esa realidad y, alguna vez, debemos hablar del país. Ya Janethus, se fue de una manera inesperada, casi sorprendente y, ya no hay pretensiones humanas en el Cerro Azul
Fuente Literaria/. II Parte/ 02
El invasor guerrero, proveniente del país vecino, perece confiado en su osadía de ganar adeptos a la fuerza. Aunque, los muros del Castillo son gruesos, acampaba en el campamento con varios colectivos armados y fuerzas enemigas, lo surtieron de acorazados, capaz de cruzar las montañas, A estos países injerencistas le interesaba, las riquezas de nuestro territorio. Quiazil, cuando estaba en el medio del camino, en plena montaña gélida, envió un emisario para cubrir las cubiertas del Castillo de dragones, cubiertos de relucientes escamas verdes y que, desde su interior, brotaran fuego por la boca. Espantado, su acompañante notó que la armadura que cubría sus brazos y piernas se había oxidado y caído de los ajustes. Su barba había crecido. Era evidente que el castillo del conocimiento, al igual que el Castillo del Silencio, habían jugado con el tiempo, gracias a ciudadanos envejecidos que creían en ofertas de manipulación mental.
El tiempo, transcurre con rapidez. Recordó, cuanto tiempo se había hecho eterno, mientras que su jefe esperaba que otras personas le acompañaran en el desplazamiento del guerrero invasor y orarán al Espíritu de Jehová y lo llenarán del poder necesario para ir al combate.
Ya, habían llegado al Castillo del Cerro Azul, ya la princesa se marchó en su cama de cristal al otro lugar del descanso espiritual y no pudo ejecutar sus fines, a la cual fue enviada por distorsión de su hermano, quien corrió como ardilla a sus pies, pero no era el tiempo. Quazil, luchaba a muerte con su hija Rebeca, una rebelde e instigadora que quebrantaba el espíritu de sus coterráneos.
Las pequeñas murallas del Castillo del Cerro Azul, lucían desmanteladas, sus habitantes se fueron al norte y Oeste, por mayores oportunidades de vida y no sentir el acoso de no tener alimentos y las fronteras, a los seres humanos, se les dio pies para no estar en un solo lugar, es necesario, entender el mundo de las fronteras y la ambición del corazón.
En el campamento, los habitantes, mostraban sus barbas, como signo del abandono, desnutridos y exhaustos por la ambición mental del guerrero, generaban miedo y temor, en sus conscupiciencia. Las palabras del antiguo Emperador, fueron desapareciendo junto a su legado, desapareció en un viaje eterno, hacia otra galaxia, sin retorno.
Ya se había perdido, toda esperanza, solo basta esperar y es necesario encontrarse en el sendero de la verdad y, ya las manzanas no se encontraban en el camino, ni las uvas. Todo ha desaparecido. Todo, llegaba en piraguas por vías lacustres o naves de gran calado. Ya el territorio, había sido entregado por pactos a los imperios.
Un acto de cobardía del invasor, sus ancestros le habían dado doble nacionalidad.
Nadie deseaba cultivar la tierra, todo lo recibían regalado y así surgió la codicia, ahora van por el Castillo del Cerro Azul, ya, hoy, es la segunda embestida y los caballos, dragones y caballeros, se encontraban cansados de luchar, fueron vendidos por sus amigos en negociaciones fraudulentas y negocios de mercaderías encubiertas, ya la bota militar oscurecía la luz del pasado.
Ya el caballo blanco, adolecía, no tiene fuerzas para seguir luchando junto a su amo por ideal, desmontan el Estado, para entregárselo a un Imperio.
Es una cruzada, todos desconocen el Sendero de La Verdad, todos, se encuentran atrapados en su propia armadura, las barreras del tiempo, los comprimen y este mundo, lleno de carcajadas, jamás podrá indicar el camino de la verdad, estamos en solitario, la voz familiar está a las espaldas del abuelo y su habitación. El viejo escaparate guarda su silencio, fue saqueado y de esta manera la vida carece de sentido, Jamás Quazil en su vida, se había sentido tan solo en su cama de cristal.
Ya, Merina, se encontraba descansando, Cuando el caballero despertó se había alejado de una enfermedad mortal, el tiempo miro al papel, todo estaba en blanco y nadie viajo al norte, donde están, la mayoría de la liturgia hermanable. Ya se acabó el tiempo de retener las lágrimas, es necesario colocarse la armadura y combatir, es necesario, una respuesta de las fuerzas imperiales. Es necesario sujetarse al yelmo de la salvación y salir a luchar por la libertad, con Jesús en el corazón, dejar las lágrimas atrás.
Fuente Literaria/--Ciencia Ficción. - 3” parte
Esa noche, el Monasterio abría sus puertas para dar una gran fiesta. Los eunucos tenían mucho movimiento para darle una bienvenida a los agraciados visitantes y atender la comelona servida, en grandes mesones. Había suficiente pescado y yuca con ensaladas mitas, brebajes y vino traído desde Carora. La sazón con hierbas aromáticas de la India no podía faltar. Es una noche de placer, las bailarinas con sus vestuarios de seda, comenzaban a menear sus cuerpos, al sonar de los tambores.
No tenía excusas, abandoné la casucha y me dirigí al paredón para saltar y lograr entrar, no era invitado, por lo tanto, tuve que ser osado y al llegar las tinieblas, me envolvieron en un manto blanco para pasar entre los guerreros acantonados a lo largo del camino. No pensé en comer esa noche, la comida, aunque sacrificada, luce muy apetitosa, como abundante.
Muy de madrugada, comenzaba la plegaria. Oportunidad para arrastrarme por el subterráneo y permanecer allí un tiempo para subir a la alcoba de la princesa. Es un mundo oscuro, donde los malvados deben pasar al otro lado y ser verificado por el guardián de turno. Muchos presos, con ojos llorosos van a ser lanzados al foso de los leones y sus osamentas, colocadas en filas en el malecón para espantar los malos espíritus.
El Monasterio, tiene un pequeño palacio a su lado, allí Goitika lloraba por el compromiso contraído. Su padre se la entregaría como dote al mayordomo de otra comarca, luego, seria trasladada al cuarto del príncipe para acordar asuntos del Estado. Una pequeña monarquía dividida en condados, cuyos campesinos están obligados a pagar con ganados o productos del huerto, su derecho a convivir en paz
Hay un deliberado cuidado en la cocina. Algunos desean la libertad, pero, en el campo no hay seguridad, los lobos en manada, arremeten contra las casuchas y el venado. Hay pocos perros de caza. Muchos desean salir de la esclavitud para existir en lo cotidiano y limitado del hacer. Tienen su esencia, como una burla para sí mismo, la idolatría y las horas del sacrificio, hacen de su conciencia una estructura, donde poco se concibe la libertad.
El triunfo de la burguesía, los tienen acorralados en el Monasterio, solo es un espacio para fiestas y no para la oración, asumen una posición de lo religioso, pero el incienso, la mirra y el estoraque poco ascienden a la presencia de Dios, por la infidelidad y el acoso sexual entre sus integrantes como sociedad.
Estoy frente gran muro, pasar entre los demonios y liberar tu alma es el fin. Romper con todo lo que la origina y mantiene, la burguesía se mantiene de sus propias mentiras y el pobre limita su crecimiento por su ignorancia, jamás desea debatir sus valores, Solo eligen la categoría de la mediación para ganar tiempo y lograr cumplir con los sacrificios.
Es una negatividad enajenante por triunfar y liberarse, nuestra conciencia siempre ha sido libre e idealista.
Goitika, fue adoptada, como hija única. Y se le impuso normas para dejar de usar las máscaras de la existencia humana. Es el tiempo, me retiro al dormitorio, ya viudo, todo ha pasado, no esta Thais, estuve contemplado sus grabados, es la eternidad, somos todos, seres eternos.
Fuente Literaria/ Relato de Ciencia Ficción/I II Parte/ I
La princesa Alondra, se extravió hace diez años, en la nubosidad de la noche. Y fue llevada a una casa en el pueblo de Asonyrosa, donde pasaba el día, dándole de comer a unos pajaritos, según el esclavo capturado, serían las ocho de la noche, por parte de unos viajantes que, iban a ese lugar a expiar sus penas y ya entrada la noche hacía mucho frío.
A la semana siguiente, salió al garaje por escuchar muchos ruidos, pero era un eco proveniente del camino a la montaña, cuyas luces se encuentran encendidas las veinte y cuatro, (24) horas. Había hombres y máquinas en ese lugar, apartado de los labriegos.
Al cambio de turno, uno de los vigilantes observo que unas cajas de cableados eran transferidas a otro depósito, pero, en la caseta de vigilancia no se observó nada extraño. todos olvidaron el asunto.
Al lado de los galpones, existe una posada, unas sillas, más allá, un campo abierto para los aviones. Todos, lucían rápidos por terminar un gran cableado que irían conectados a una gran memoria central para controlar los robots.
De repente, empezaron a caer una caja sobre a otra, dejando a todos sorprendidos. En las mismas, cuerpos humanos mimetizados que serían incorporado s como vigilantes en el campamento, muy cerca del castillo del Cerro Azul.
Tiempos de guerra se avizoran y, decidieron cerrar la posada por el ingreso a ella de espías, por medidas de seguridad. Seres sobrenaturales trabajaban en el interior de los galpones.
Nadie, se encontraba en paz y las imágenes se cruzaban muy rápidamente, nadie puede ausentarse y los pobres, tienen derecho a una sola comida, algo de agua. Las mujeres en su lugar de trabajo, esclavizadas y en servidumbre.
Alondra, estaba sola. Seguía con su idea fija de escapar, un duende la miraba fijamente con poca lumbre.
Los campesinos, pasaban lentamente, a lo lejos, las llamas de las fogatas, elevaban el olor a azufre. Un niño desapareció, otro, recuperó el conocimiento, estaba llenó de pánico Lo único que recordaba era que algo lo había arrastrado fuera de la casa por el camino hasta dejarlo sin sentido, mientras escuchaba unas horribles carcajadas.
Alondra, despertó al oír el ruido, cerca de la posada- Quazil, envió mensajes para el rescate. Las águilas blancas y el Cóndor la sacaron del lugar para levantar vuelo hacia el Cerro Azul.
Las personas se van, los amores se pierden en el tiempo, los problemas se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche, para renacer al día siguiente…
Camina y vuela para triunfar.
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