Fuente Literaria/ Relato de Ciencia
Ficción/ Fase 2 .5
Las
sombras de la noche, resultaba inexpugnable, estrellas y luces abiertas
indicaban el camino a seguir. Era la hora de partir, pequeñas naves rotativas
llegaban de otros poblados a los campamentos y pistas de aterrizajes, los
dragones vigilantes en el castillo, humeaban por su boca, un fuego de mucha
luz, abajo el pueblo pasando hambre porque los alimentos son muy costosos.
Había
poca comunicación, los transmisores repetían poca frecuencia, los aires tomados
por galápagos que bajaban y subían de los puertos de aterrizaje, movimientos de
resistencia en todo el espacio territorial.
Bastaba
cerrar los ojos, años perdidos para que un personaje hundido en sus entrañas
forjara con su pobre discurso de amenazas a la miseria a todos los residentes,
donde ejercía sus funciones de gobernantes, tomó alianzas con los adversarios y
dio fuentes de riquezas que preconizaron el delito.
Un
minotauro resbalo en el último escalón de la empinada montaña para dar paso al
valle, ya el agua caída por el roció del amanecer nos oxigenaba, una pareja de
centauros traídos de Tandil, ayudaron a equilibrar el enorme cuerpo y el paso
fue más lento, la comida escaseaba y los cocineros hacían lo imposible por
preparar alimentos. Uno de ellos, cayó de bruces en la cocina improvisada del
atardecer y recordaba el viejo muelle de su pueblo de mar en Argentina y como
subía los escalones de las escalinatas buscando con paso firme el rumbo de su
hogar.
Los
gritos, se escuchaban a lo lejos. La
gente caía muertas por los tajos que dejaba las cuchilladas, todos los
extranjeros que eran de la alianza bélica del enemigo invasor reflejaban el
mismo comportamiento, jóvenes del campamento fallecían gaseados o caídos por el
fuego laser que ardía en su cuerpo.
El
centauro hembra se desvanecía, la temperatura en el valle es muy fuerte para
ella, su lugar de origen es muy templado, siempre me acompañaba, los tome como
pareja en otra galaxia, cuando mi nave tenía mucho poder en sus reactores, pero
el surtidor de repuestos, no suministro más herramientas y repuestos a nuestra
galaxia por asuntos ideológicos, nuestro mundo se dividió en tres tabletas de
poder y mi región poseía muchas riquezas, pero la población muy pobre y
extranjeros cedulados que se reorganizaron internamente en fuerzas de lucha.
Todo es confusión. Aeronaves bajaban una soldadesca para morir, entre ellos
mismos. Ya no habrá paz, en mi tierra, Las banderas se alzaban con otros
mensajes de paz.
La
brisa, revoleteaba las cabelleras. Hicimos una parada en una vieja catedral de
roca para orar, la luz del día crispaba sobre nuestros cuerpos. Un río cercano
del parque Humbretor, sirvió de descanso para bañarnos y refrescar los
animales, todo es ya, olvido.
Las
cornetas de la guerra zumbian a lo lejos, los dragones defendían el castillo
del Cerro Azul, remonto el camino para obtener los anillos de fuego e irme al
descanso, siguiendo las líneas del malecón y las gaviotas que en manadas
migraban en busca de sosiego y tranquilidad por la llegada del verano.
El
invasor, solamente pensaba en sus cohetes, jamás en el pueblo. Sobre si,
llevaba la carga de muchos cadáveres, todo, era bueno, ante tal situación, ya
un mendrugo de harina para amasar, costaba un denar, imposible pensar en el
desarrollo.
El
tabaco, se traficaba entre las montañas para su venta a mercaderes que
provenían de otras tierras en viejos bergantines, había unas hojas sueltas que
la utilizaban como pipas, luego de ser amasadas entre sí. Costaba muchos
denares obtenerla, pero era un gran negocio, entre quienes ostentaban el poder
y era resguarda esa mercancía entre grupos de personas que eran soltadas de los
sótanos de las viejas casonas de la prisión y se les daba libertad, bajo tal
razón.
Ya,
los sabios no tienen poder y quienes lo regentaban, eran tratados como
delincuentes, azotados y expulsados de la región.
Estamos
gobernados por la luz y las sombras. Es necesario reunirse y afinar estrategias
para discernir un pensamiento común que, en verdad nos lleve a la paz, no con
estos gobernantes que se desviaron al ver las riquezas de nuestro suelo patrio.
Retomamos
el camino de los acantilados y llegar a la gran línea del malecón para tomar el
curso de las gaviotas y pescar, tener alimentos accesibles, ya el valle estaba
desolado, nadie producía, los alimentos eran traídos en viejos bergantines y
acorazados, los filibusteros se llenaban de morocotas y denarios, se llenaban
las cestas de contrabando, hojas de tabaco, café, cacao y cuanta animaleja
encontraban en el camino. Eran brutales y poco raciocinio.
Proseguimos
el viaje, buscando el mar.
No
hay tiempo, al pensar en romanticismos.
El sonido de los monos y chimpancés es enervante, buscan trozarnos el
poco alimento que llevamos. Deseo aparcar, no hay momentos para el
romanticismo, nos tienen prisioneros y encerrados en un mundo silencioso, sin
radio, pocos canales televisos y poca intensidad en el internet, es una burla a
nuestras conciencias.
Nuestra
tierra es hermosa, muy rica en historias y anécdotas, lo acabaron todo en
apenas dos años.
Los
violinistas, quedaron atrás. Un silencio los abrazaba, falta uno de ellos, su
rebeldía, lo hizo bajar al campamento y tocar entre la muchedumbre, le habían
regalado un hermoso violín nuevo, la música tranquiliza a las masas.
Días
de inquietud e incertidumbre, en los poblados, muchas personas adquiriendo
alimentos y agua. Pocos viajantes en las aeronaves de paseo a otros sistemas de
vivencia, no había denares para transitar, la mentira, convertida en verdades
hacia estragos.
Las
épocas, son inciertas. De niño me recuerdo el malecón con sus retretas. Los
vientos cruzados en la planchita, las noches de mareas altas y el zumbar de los
barcos. Los que vivimos esa época, quedamos absortos al ver una máquina de
guerra, no podía entrar al muelle por su gran dimensión, se encontraba calado
fuera del área de peritaje del muelle y pequeñas barcazas iban y venían. No
podemos olvidar esos momentos, pero, la vida, no termina aquí. El gran dictador
falleció meses atrás, al igual que su discípulo, otro tiempo atrás. La maldad,
cubre la zona del Caribe.
Tengo
en mi mente, frases sueltas y como viudo debo avanzar el tiempo, somos nada.
Debo teletransportarme. Hay, una mujer que deseo me acompañe para traspasar el
umbral de la eternidad, debo adecuar y sintonizar mi alma a esa visión. A este
planeta, le queda poco tiempo. Las incongruencias ideológicas del hombre lo
llevaron a su autodestrucción ecológica.
Vuelve
atardecer, la luna llena nos da luz, el minotauro inquieto por lo largo del
viaje, anda incómodo y el centauro hembra, preñada, nos lleva a otros caminos
del amanecer.
A
lo lejos, en el malecón de Tandil, se escuchan la música de los violines y
violencillos, las letras de Ana Caliyuri, que, con su voz, apaga la noche y
abre el surco de las estrellas. Sentémonos en la rueda del parque para surcar
nuestra imaginación en su puño y letra, con su cántico a viva voz.
Argentina, es
tierra de diosas. Materializan espiritualmente sus encantos con la escritura,
un mundo que le da formas a nuestras potencialidades internas. Nacimos en un
Continente rico, lleno de una gran diversidad de cortejos y somos un paisaje,
lleno de diálogos, entre ellos, la palabra versificada y escrita llena el alma
y nos conduce a la tranquilidad de las montañas, cristalizada por las aguas de
los ríos y el mar, cuyo vuelo de gaviotas, nos llevan a vocear, lo sensible de
nuestras almas.
La idea
junguiana de los arquetipos es muy pertinente. Si existían los dioses por
fuera, quién sabe, pero responden a energías internas, a sensibilidades, a
modos de percepción, de relacionarlos y querer las cosas.
He sentido,
deseo descansar y lograr nuevas energías
Deseo pelear
la gran batalla y escuchar tus poesías.
Solo, puedo
creer en tus voces, pluralidad de palabras,
Tengo que
vivir, me queda solo una cruz y tres anillos
Es una única
esperanza, me toca pelear la gran batalla
Es llevar mi
cruz, los anillos de fuego y la disposición.
Es que me
hables en poesía tu palabra jamás tendrá fin.
Debo
sobrevivir y ver tus letras, plasmadas en mi alma y
Memoria. Es el
Corazón.
Es sentir. Un
revoleteo del mar y las gaviotas, los centauros
Y la ilusión
de amar, en el malecón.
Emiro Vera
Suárez.
Fuente
Literaria
La
Cebada y el comodoro de mi abuelo en mi infancia
Camino
al Colegio La Salle, era, cerca de las siete de la mañana. Luego de la ducha
matutina, voy a clases con mi primo, cursaba el primer año. Residía con sus
padres, me criaron junto a tía Elisabeth, ella me compraba zapatos y ropa,
alimentos. Todo en el colegio es un mundo artificial, como mi vida con mi hija,
ahora que soy viudo. Y, los curas rodeados de hermosas monjas jóvenes, que, le
cocinaban y servían.
Tomo
un viejo diario, leo las noticias. La violencia, toma los territorios amazónicos
y existe déficits en los procesos judiciales, algunos presos salen en libertad,
bajo condiciones especiales. La violencia, tiene una sola raíz común, el hambre
y escasez de trabajo. Hay mayor impunidad.
Generalmente,
íbamos a la piscina para lanzarnos al mar. Colindaba con el viejo malecón.
Luego, nos escondíamos en la escalera para quitarle del gran mesón, unas peras
y manzanas, llegados en buques desde Portugal. El Vaticano, es un gran Estado,
domina a toda Europa y Latinoamérica. El papa Francisco, es un Trump o un Putin
Mi
abuelo, nos llevaba a tomar avena o cebada al viejo mercado, allí tenía un
puesto, es parte de un grupo de Tnerfeños que llegaron desde La Gran Canaria a
trabajar, otras veces fue avena, los morochos Suárez nos daban unas chivas por
saco de caraotas limpiadas, porque llegaban sucia desde el campo agrícola.
Los
buques bramaban a medianoche, sus sirenas, indicaban el momento de lanzarse a
dormir.
Hay
un exceso genocida en Latinoamérica. Extranjeros quieren dominar y exterminar
al pueblo, nadie hace nada. Quieren dominar los escenarios políticos y
militares y definir ámbitos políticos, como militares. Juegan al zigzags y, son
parte de una satrapía tercermundista. Irresponsablemente entregan los
territorios, es una invasión silenciosa, donde se violentan normas
constitucionales
En
Tamare, Zulia, las monjas me buscaban en las tardes y, en las habitaciones
revisaba las repisas, buscando vino portugués de una gran calidad y con la
harina de trigo, amasaban para hornear tortas de chocolates, muy sabrosas. Eran
dos, a las tres de la tarde me buscaban. Mi padre, generalmente llegaba del
lago a las cinco, la petrolera le daba de todo, esa fase de mi infancia fue
feliz, leche de las mejores marcas, asistencia médica y los comisariatos, de lo
mejor. No es esa pobreza que observamos, ahora.
El
problema de los pobres venezolanos es, que asoman al horizonte y, no ven el
peligro. Todo el tiempo quieren vivir como pobre, reciben alguna asistencia, pero,
simplemente han vivido de la pobreza toda la vida. No salieron, realmente de la
pobreza, buscan sobrevivir de la resaca económica. Una alta dirigente del
barrio y del Psuv, me pidió algo de azúcar, jamás le
han dado una bolsa de
Claps, no le di azúcar. Debe aprender, Nicolás le interesa solo el poder
político, al pueblo nada, así sea militante.
El
Colegio de Tamare era mixto, solo una raya nos separaba, un ala es de jóvenes y
otra de muchachas muy hermosas. En el recreo compartíamos ideas, sin cruzar la
raya, el que se atreva a cruzarla, el castigo es una suspensión de dos días.
El
Comando Cívico- militar es falso. Los militares dejaron a la población sin
alimentos a costo. Solo los de importación. Hemos sido engañados, los ancianos
en su mayoría se
encuentran en un callejón sin salida y, tienen que ir a los
botes de basura, para tirar las mismas al aire y llenarse las manos, igual,
sucede con los perros. Verdaderas jaurías se agrupan para defender su bocado
del día. Realmente, no entiendo a los venezolanos que apoyan su propia
vagancia, al no salir a trabajar y, algunos le dan su voto de confianza al
presidente y a su tren ejecutivo para que sus hijos se alojen en lujosos
hoteles en el exterior.
Aumenta
la zozobra, todo es una tranca para llegar a casa de mis padres, muy cerca del
Cuartel Paramacay, ahora, la muerte es nuestra sombra por deficiencias del
gobierno bolivariano. Hay un fuerte olor a muerte, en mi país, es genocidio.
Muchos jóvenes caen ante la mirada insolente de nuestras FANB. El comunismo llegara
a ellos con más pobreza en el futuro. El marxismo es una metodología de trabajo
y análisis, más no, una manera de gobierno. Es un fracaso. Somos socialistas y
democráticos, así lo expresa la Constitución de Nuestra República Bolivariana
de Venezuela.
En
San Felipe, le di vueltas al cementerio, mi acompañante contaba la historia de
cada uno de ellos, me mostré escéptico. Salimos de allí, luego de dos horas de
correrías. En su casa, dormí en el traspatio al lado de una virgen, pero en el
interior del cuarto había dos cráneos y un pequeño altar, no le tuve miedo. En
una mesita, varios libros, como pude, copié un conjunto de notas y como asunto
de la vida, aprendí a imantar fotos en vueltas de cuarenta oraciones, de
verdad, es extraordinaria esta experiencia en una época de MASS MEDIA y, donde
la imagen es fundamental en cualquier reportaje fotográfico. La gente le reza a los difuntos y, lo que
atrae es una legión de demonios.
Estados
Unidos, es inusual el confinamiento solitario en las cárceles. Los presos pasan
sus días en calabozos con poca ventilación y una tenue luz natural,
perjudicando sus vidas físicas y mentales. En consecuencia, es una de las
naciones que menos garantiza la vida, propiedad y la seguridad personal de sus
habitantes. La mayoría son víctimas del crimen... Ahora, el gobierno, los viene
sometiendo a una vigilancia. estos
crímenes, se les agrega nostalgias contra libertades básicas, es unas pesquisas
constantes.
De
allí la necesidad de marcar una nueva agenda económica y política, pero, la
documentación es importante Para tener todo arreglado. Los escándalos por
corrupción van y vienen, la financiación ilícita, es el sueño de quienes
laboran al lado de una minoría que reclama el petróleo como suyo, no les
importa mandar a bloquear las calles y camineras. Convivimos en un mundo al
revés, no deseamos perder la brújula y, el título de defensa de los más pobres.
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