El Reportero del Pueblo
El derechismo en América Latina es una aventura que
cada día crece más para quebrar los pocos fundamentos que restan. Todo proviene
por una mala planificación política e ideológica, porque jamás sus campos
pueden estar en manos de aventureros. Se necesita posiciones utilitaristas
acompañadas de utilitarismo acompañado de pragmatismo para lograr el éxito de
cualquier campaña y pensamiento político, derivándose en un programa a plenitud
y dominio del sí para tener oportunidad para gobernar.
Es cuestión de decisión y, una nueva concepción del
mundo para evitar niveles de confusión y libertinaje. Para ello, necesitamos
una buena interpretación de hechos como actos que conciban una totalidad
cultural.
Siempre, debe haber un pacto de gobernabilidad y la
derecha lo obvio. Como la izquierda debe asegurarse del territorio Mapuche y,
no permitir que factores empresariales se adueñen de terrenos en La Pampa
Argentina y en Chile hasta Valparaíso para asentar una sociedad judía y de
inmigrantes, bajo la jurisdicción Mapuche.
La elección chilena como la
venezolana se perdieron. porque los candidatos no mostraron sabiduría en el
campo político porque desconocen su aprendizaje y solo aprovecharon de un
oportunismo. Kast poco se conecto con la clase media y en su vaga verbalización
vocifero de Los Mapuches y, en el caso venezolano, los temas valóricos eran
ignorados por los candidatos a gobernación, en su mayoría militares de
profesión. Se sabe que la mayoría de latinoamericanos se replantean temas de
seguridad, alimentación y solución de los servicios públicos. Un
sector que no conecte con esos temas, señala en la coalición, está destinado a
ser minoría.
Hay
mucha desigualdad en la región, no se habló de Donald Trump futuro candidato y
presidente de EE. UU y de Javier Bolsonaro, quien ha sumado votos por su
posición ante la pandemia.
Hay
expectativas, pero, los analistas se andan con cuidado al momento de
reflexionar o hacer un análisis. Para algunos, se acerca “La noche de los
cuchillos largos”.
Todos
en la Región desean regresar al centro, movimientos políticos vienen naciendo
literalmente y, tienen sus respectivos listados de amigos y adversarios. Hay
liderazgos cuestionados y se vienen haciendo reuniones y convocatorias y las
ideas en un conjunto se vienen dando. Todo indica que las recriminaciones
vendrán de los heridos que dejó la primaria interna del conglomerado y que
terminó dinamitando a los principales liderazgos e instalando a un candidato
cuya relación con los partidos acabó completamente quebrada y sin pasar a la
segunda vuelta.
Uno
de los partidos que quedó más dañado con el ascenso de Kast, fue Evópoli. En el
conglomerado creen que pagaron un alto costo por la lealtad que mantuvieron con
el gobierno de Piñera y el haber respaldado un proyecto de centro derecha
alejado del populismo. Eso, cuestionan internamente, mientras sus socios se
sumaron a proyectos como los retiros de fondo de pensiones, y corrieron a
sumarse a la campaña de José Antonio Kast.
En
la colectividad ha ido tomando fuerza la idea de, en una futura oposición,
tomar distancia de los sectores más duros, como la UDI o el propio Partido
Republicano. Recalcan la importancia de seguir el ejemplo de lo que se ha hecho
en la convención, alejándose de lo que pueda ser una oposición obstruccionista.
En
el Partido Republicano también quedaron heridos, sobre todo en la bancada de
diputados. Esto ante la estrategia del comando por abrir el discurso y dejar
las vocerías en figuras de Chile Vamos, relegando a un segundo plano a los
rostros de la bancada.
Uno
de los que acusó el golpe fue el diputado Gonzalo de la Carrera quien manifestó
su molestia por la postura de Kast en el último debate, cuando fue consultado
por las opiniones de algunos de los diputados electos del partido, como
Johannes Kaiser o Gloria Naveillan, quienes se burlaron de la diputada
transgénero Emilia Schneider. También por una foto trucada subida a Twitter por
De la Carrera, que mostraba a Boric supuestamente participando en incidentes en
una manifestación.
El
liderazgo de Boric es uno inusual en nuestra política, acostumbrada a gerentes
de derecha y mesianismos de izquierda. Me da la impresión de que la gente votó
por Boric en parte porque percibía que este liderazgo, encarnado en el niño que
subía al árbol magallánico, era necesario para sanar algunas heridas sociales.
Ahora, junto con esta sincera convicción de dialogo vive una convicción de
transformación profunda.
Gabriel
Boric tiene amplia experiencia como líder estudiantil, dirigente político,
diputado, pero otra cosa es gobernar. Y más aún, en un escenario como el
actual, con crisis social, económica y política. ¿Están conscientes de la
enormidad del desafío? ¿Con qué ánimo lo asumen?
La
principal diferencia entre estar el gobierno y hacer política desde otro
espacio es la necesidad de visión de conjunto. En el gobierno no se representa
solamente a un segmento de la sociedad civil o a un partido o posición del
espectro político, se es gobierno de todo Chile. El desafío para el nuevo
gobierno es ciertamente enorme, no solo porque gobernar es siempre difícil,
sino porque la sociedad chilena está viviendo un periodo de gran fragmentación
como la venezolana, algo de polarización y mucha desconfianza. Una de las cosas
que más gustó del discurso inaugural del presidente electo es la humildad de
reconocer que su mandato no es un cheque en blanco ni una confianza ciega. Una
de las cosas que más nos ha pesado como sociedad latina en la última década es
que hemos, sobre interpretados resultados electorales como una señal nítida de
apoyo. Ha pasado en los últimos gobiernos latinos. Creo que esta vez se asume
con plena conciencia que el apoyo recibido tan rápido como llegó puede irse, si
no se hace un esfuerzo monumental por dialogar con todos los sectores de la
sociedad. En este caso, chileno. No hay
margen para borracheras electorales y creo que Boric y sus cercanos lo tienen claro.
Quizás
Chile se perdió un poeta, pero ganó un mejor político. Lo he visto crecer como
líder y desarrollar su talento político de una manera bien impresionante. Lo
veo más maduro, más dispuesto a reconocer errores y con la misma voluntad de
dialogo de siempre. Una cosa que se aprende con los años es a perdonar y pedir
perdón. A entender que cometer errores es una parte inevitable de vivir en
sociedad y que vale mil veces más alguien que reconoce sus errores y busca
enmendarlos, que alguien que busca obstinadamente seguir la misma ruta, por
miedo a perder ante su orgullo.
Evo,
Cristina, y Maduro deben seguir la senda de la moderación y, hay que cuidar los
discursos y, es una trayectoria porque América Latina configura una fuga de
capitales donde muchos dirigentes corporativos de la izquierda tienen sus
planes personales y, en nuestro caso en Venezuela, la corrupción tiene visos
alarmantes. Algunos prefirieron seguir a pie y, hoy son perseguidos políticos.
Tanto
en Chile como en Venezuela habrá ajustes de cuentas muy fuertes. Porque es el
correr para lograr llenar un espacio vacío y reordenar quienes ejercieron funciones
de diputados, ya que son maquinarias de poder que reconstruyen sectores que la
Nueva Izquierda rompe en un desafío hacia la contra derecha aporreada por las
recientes derrotas tanto en las presidenciales de Chile como de las
gobernaciones en Venezuela, donde los antiguos liderazgos se reacomodan a los
cambios generacionales.
Lo
ideal, dicen, es hacerlo con cautela y no enfocarse todavía en la pelea interna
si no en el rearme de Chile Vamos. Dos días antes de la elección, Desbordes
anunció en la última comisión política una tregua con la directiva y la idea es
postergar unas semanas el debate interno.
“Los
liderazgos de Chile Vamos no estuvieron todos, incluso algunos de los que
dijeron ‘yo apoyo a Kast’ no movieron un dedo, no estuvieron en la calle”,
manifestó Desbordes hoy, agregando que Sebastián Sichel quiso ser el líder de
la coalición y representarlos en las presidenciales, pero tras su derrota “se
escondió, desapareció”.
Hay
que mirar con detalle por qué la clase media y el voto femenino se fueron con
Boric en los grandes centros urbanos”, dijo hoy la secretaria general del
partido María José Hoffman.
Con
todo, en el partido ya hay quienes señalan la necesidad de empujar el recambio.
No solo representado por el actual presidente de la colectividad, Javier
Macaya, sino también, por otras figuras como el ministro vocero de gobierno
Jaime Bellolio. En la UDI, destacan que Bellolio ha sabido navegar dentro de un
gobierno cuestionado y ha representado una mirada liberal, como el apoyo al
matrimonio igualitario.
Así
que, en Chile, el asunto político detrás de cámara exige un pormenaro análisis.
Se
adviene un proceso de gran reflexión en los partidos derechistas chilenos y se
va en la búsqueda de nuevos liderazgos para impulsar lineamientos y derogar
categorías políticas para reconstruir el partido en un centro piloto de trabajo
partidista. La llegada de Leopoldo López y con anterioridad su esposa Liliana
Tintori fue una especie de visita de “murciélagos de la muerte” al compacto
movimiento político de cast en Chile.
Es
que uno se sorprende, Curazao- Aruba y Trinidad- Tobago cuatro islas inglesas
mantenidas por Venezuela, en nuestro caso, ahora son nuestros adversarios y
nadie quiere a los venezolanos después que los mantuvimos con nuestro gas y
minerales. Algo sorprendente.
Boric
es un joven llamado al dialogo para llegar a acuerdos desde su época
estudiantil, donde fue abucheado hasta por sus compañeros de tolda, pero,
avanzo linealmente en su línea de lucha, siempre tuvo una voluntad de tender
puentes con otros actores sociales y políticos. Tanto para Boric como para su
coalición va a ser un desafío enorme encontrar el equilibrio entre ambas.
Es
difícil crecer en América Latina, me hice escritor y periodista gracias a los
rusos y cubanos, sin olvidar a la Escuela Francesa.
Boric
es el presidente más popular de la izquierda latina, supero en creces a Evo,
Correa, Maduro, Ortega y al comprometido con Odrebeth, me refiero al gran ex presidente
brasilero Ignacio Lula Da Silva. Este nuevo líder chileno tiene para sí
4.800.000 sufragios y de la coalición en una primera tentativa se tiene
1.350.000, son resultados electorales holgados que pueden ampliarse y es una
base de una coalición original, en las dos vueltas sumaron más votos. Mientras que
el presidente Maduro no llega a esa votación, ni sumando al partido oficialista
Psuv.
Después
de una década de productividad estancada, lo que plantea el programa de Boric
es que la clave estaría en fomentar más iniciativas público-privadas en áreas
estratégicas (como hidrogeno verde).
Hay
que saltar con zancos en una economía herida. Sebastián Piñera es efectista,
nunca lo fue para la productividad. Acabó con la masa juvenil chilena y las
cárceles se encuentran llenas de jóvenes encarcelados solo con protestar y
dejar oír su voz, el gran error que destruyeron el metro y obras estructurales,
claro, una resultante del pánico y la barbarie. La juventud de izquierda latina que se levanta
no quiere nada con los presidentes progress que gobiernan y, esto, incluye a
Argentina que no ha detenido a Mauricio Macri por el caso del submarino Harás
San Juan, reconstruido por Cristina Fernández, viuda de Néstor Criknner y
volado en una operación de ejercicio militar por un submarino nuclear de Reino
Unido aunado a las fallas eléctricas que
le sumaban y el ex ministro de Defensa de Macri, un Almirante se digno en
corregir, Vienes aguas fuertes sobre América Latina y, esto lo sabemos.
Diosdado y Maduro buscan en Jorge Arreaza
atraer a la juventud desde barinas y lograr un reordenamiento natural en La
Asamblea Nacional, buscando el Psuv su propia identidad política tras ahogar el
chavismo en sus propias aguas. Este movimiento que se abre desde Barinas con
Arreaza es más conservador y de derecha a secas, buscan afanosamente un nuevo liderazgo
y pactar con EE. UU para aminorar penas, pero ya muchos están millonarios con
los negocios del mismo Estado.
Es
consolidar la arremetida del partido y unificar la imagen de nuestro amado
presidente, Nicolás Maduro Moros bajo el avatar que significa Hugo Rafael
Chávez Frías.
-* Escrito por Emiro Vera Suárez, Profesor en Ciencias Políticas. Orientador
Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor.
Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA.
Trabajo en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La
Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño
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